La pérdida de audición afecta al 16% de la población francesa según la DRESS. A menudo descuidada, puede afectar a cualquier edad y se desarrolla de manera progresiva. Para minimizar su impacto en la calidad de vida, la detección temprana es fundamental. Descubre los principales síntomas, causas, grados de pérdida auditiva y los grupos de mayor riesgo.
Síntomas reveladores de la pérdida de audición
¿Cuáles son los primeros signos de la sordera? Los síntomas iniciales incluyen dificultad para oír en ambientes ruidosos, necesidad de pedir que repitan lo dicho o ajustar frecuentemente dispositivos auditivos. En adultos, los signos más comunes son:
- Dificultad para seguir conversaciones. con varias personas o en ambientes ruidosos.
- Pérdida repentina de la calidad de la comunicación.
- Sensación de que los interlocutores murmuren, requiriendo repetir constantemente.
- Dificultad para identificar la dirección de los sonidos, afectando la orientación.
- Zumbidos o pitidos en los oídos (acúfenos).
- Aumento excesivo del volumen en dispositivos como televisores o radios.
- Fatiga anormal al final del día.
La sordera unilateral afecta sólo a un oído y presenta síntomas específicos :
- Se necesita girar la cabeza hacia el oído funcional para escuchar mejor.
- Dificultad para localizar sonidos en el espacio, afectando la percepción tridimensional del sonido.
Las pérdidas auditivas moderadas o severas presentan problemas más avanzados:
- Dificultad para escuchar frecuencias altas como voces infantiles o el canto de los pájaros.
- La necesidad constante de pedir que repitan puede generar frustración y aislamiento social.
Causas de la pérdida auditiva
Al igual que los síntomas, las causas de la pérdida auditiva son numerosas.
De hecho, la sordera puede ocurrir desde el nacimiento, entonces hablamos de causas congénitas. Para el 80% de ellos, la pérdida auditiva en los niños se deben a problemas genéticos. El 20% restante está relacionado con infecciones por citomegalovirus (CMV) durante el embarazo.
Durante la vida, la pérdida auditiva adquirida puede deberse a:
- Envejecimiento: La presbiacusia es la forma más común, afectando a una de cada tres personas para 2050.
- Exposición prolongada al ruido: En el trabajo o en actividades recreativas, con frecuencia acompañada de acúfenos.
- Infecciones: Otitis y meningitis pueden afectar el oído interno.
- Medicamentos ototóxicos: Algunos antibióticos y tratamientos como la quimioterapia pueden dañar la audición.
¿Qué enfermedad puede causar pérdida de audición?
La enfermedad de Menière, las infecciones crónicas o los tumores auditivos como el neuroma acústico son algunos de ellos. La primera es una enfermedad específica del oído interno, que provoca tinnitus y mareos. Ubicados en el oído interno, los neuromas acústicos son tumores benignos y no cancerosos que pueden causar sordera progresiva.
Grados de pérdida auditiva
El grado de pérdida auditiva se mide mediante pruebas audiométricas:
- Sordera leve (20-40 dB): Dificultad auditiva en ambientes ruidosos.
- Sordera moderada (40-70 dB): Problemas para hablar por teléfono sin ayuda auditiva.
- Sordera severa (+70 dB): Incapacidad para oír conversaciones incluso en silencio.
¿Cuáles son las tres principales consecuencias de los problemas de audición?
Aislamiento social, deterioro cognitivo y pérdida de autonomía son los principales problemas asociados a la pérdida auditiva.
Grupos de riesgo
Las personas mayores son las más afectadas por el riesgo de pérdida auditiva. Afecta al 65% de los mayores de 65 años.
Los profesionales expuestos al ruido son más propensos a desarrollar problemas de audición. Se trata de trabajadores sujetos a ruido en sectores como la industria, la música y la construcción.
Ciertos problemas de salud o la toma de medicamentos pueden tener un impacto en la sordera. Las infecciones crónicas del oído y los traumatismos auditivos provocados por accidentes pueden provocar sordera.
¿Cómo saber si el nervio auditivo está afectado? Las pruebas de audición como el audiograma y los exámenes médicos realizados por un otorrinolaringólogo permiten diagnosticar si el nervio auditivo está dañado o no.
Prevención y tratamiento
Ante los primeros signos de pérdida auditiva, es clave realizar pruebas auditivas con un otorrino. Se recomienda:
- Utilizar protección auditiva (tapones y orejeras) en ambientes ruidosos.
- Reducir el volumen y evitar el uso prolongado de auriculares.
- Evitar exposición a ruidos intensos sin protección.
Hoy en día, existen un abanico de soluciones tecnológicas adaptadas a cada nivel de pérdida auditiva:
- Audífonos intraauriculares o retroauriculares para pérdida leve a severa.
- dispositivo de ayuda auditiva ideales cuando los audífonos convencionales no son viables.
Conclusión
Concienciar sobre la pérdida auditiva es clave para una atención temprana y eficaz. Desde síntomas leves hasta casos severos, es fundamental acudir a un especialista para minimizar el impacto en la calidad de vida. Si sospechas una pérdida auditiva, consulta rápidamente con un otorrino.